1959 se encuentra entre los mejores de la gama de nuestra bodega.

Lo nombré en honor a Roberta, madre de Maria Elisabetta, nacida en 1959.

Pelirroja y de voluntad fuerte, esta mujer elegante creaba belleza dondequiera que iba. Nacida en Venecia, trajo consigo el refinamiento y la cultura de esa ciudad del mundo hasta Milán, donde al casarse con Fulvio SCAVIA, un conocido joyero de fama internacional, dio a luz a su primera hija María Elisabetta.

Estas características se potencian en este Primitivo con uvas ligeramente pasas.

Elegante pero con mucho cuerpo y redondez.

¡Delicado como un refinado terciopelo de damasco veneciano, pero incisivo como la flota naval de la ciudad antigua! Complejo, afrutado y vainilla, 1959 es un vino que ha ganado numerosos premios, incluida la medalla de plata en el Concours Mondial de Bruxelles.

El 1959, como todos nuestros vinos TOP de gama, equipados con corchos de caña de azúcar ecológica, no necesita decantador, basta con descorcharlo media hora antes de la degustación, manteniéndolo a una temperatura entre 16 y 22 grados.

Destaca el color rojo rubí violáceo, único en su género y del que se desprende la gran sanidad del vino. Al girar dentro de la copa este gran vino, muy denso y estructurado, se formarán los clásicos arcos alrededor de la copa, sinónimo de altísima graduación alcohólica, y todos los aromas comenzarán a desprenderse con gran intensidad.

Frutos rojos, cerezas, notas herbáceas y una intensa nota de vainilla debido a la crianza de 24 meses en barricas especiales de roble francés.

Aromas intensos y persistentes acompañarán una verdadera experiencia sensorial.

La sensación en las papilas gustativas es completa y aterciopelada.

Sentirás un vino seco muy estructurado pero increíblemente suave al mismo tiempo para una agradable sensación de equilibrio y gran armonía en boca.

Para preservar la calidad del vino también hemos innovado el tipo de embotellado.

Los corchos especiales que utilizamos, a pesar de ser de material natural, orgánico y reciclable, no son de corcho (único responsable del deterioro del vino en botella).

Por lo tanto, no temas, 1959 nunca sabrá a corcho y cada botella se puede conservar de forma segura a lo largo del tiempo.

El resultado es siempre un vino perfecto. Recomendamos combinar 1959 con carnes rojas, caza y quesos, pero también con primeros platos complejos.